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Mostrando entradas de junio, 2008

Microbús

Aquella joven misteriosa, lunática, errante; iba presurosa buscando, hablando. Hablaba con las hojas, con el viento con el mundo, con ella. Sumida en abstractos pensamientos mejorando mi mundo, su mundo. Imaginando una lluvia de felicidad, para reponer de la sequía a nuestros corazones. Imaginando un engrudo amoroso, para reparar nuestra alma rota. O quizás imaginando un mundo ciego para que nuestras diferencias no se interpongan entre un te amo. Espero, ¡Oh! dulce joven que recojas nuestros deseos y que para el día de tu eterno nacimiento todas aquellas promesas se cumplan y todas las barreras se rompan para ser junto a ti, solo un sentimiento o solo una ilusión que perdure en mi memoria y que me haga feliz, hasta el día que me toque a mi el eterno renacer.

San Borja

¿Será mera casualidad o ya todo estaba escrito? Somos como las hojas. La civilización es nuestro árbol. Nacemos, crecemos y por último caemos. Una vez caidos, nos transformamos ¡No somos más que polvo! Fué casualidad que al verte quedara en mi, impregnada tu esencia ¿O en el gran libro de la vida nuestros destinos prefabricados debían cruzarse aunque fuese por un segundo? Quisiera saberlo. Somos del mismo árbol... ...pero somos hojas diferentes.

Deseo

Tú que me quitas el pensamiento y me abrumas con tu dulce figura que escondes tras esa dura imagen espectante, ansioso, deseoso. Quiero conocerte e internarme en tu mente lanzarme al vacío y encontrarte y que me mires diciendo bésame, tócame, siénteme. Flotando en la nube del inicio amoroso intentando en vano despertar intimidado por caer rendido al sentimiento ahogado, atontado, enamorado. Tú me impides tenerte y te abalanzas para que te quiera pero me niego rotundo diferencia, igualdad, confusión. Si no fuese un digno cobarde todo sería distinto mas solo necesito que me digas ven, acércate, eres lo que deseo

Afueras

Una melodía escuchada un sentimiento encontrado una noción distinta de un sentimiento enjaulado Un encuentro fortuito una mirada casual un destino incierto de una vagancia mortal Y aún espero que me digas que es lo que quieres de mi y aún cuando me funda en las brasas estaré esperando por ti.